jueves, 21 de marzo de 2019

Mi amigo Maquiavelo II ( Florencia I)


Florencia I

Parece , cuando menos irónico, que Maquiavelo dedicara a mi padre, Lorenzo II de Médicis , su obra, El Príncipe ; tres años de gobierno de Florencia (1516/1519) que me dejaron a merced de los republicanos en 1529.  Tenía 10 años y esos bárbaros pretendían violarme y degollarme.

Maquiavelo  falleció el 22 de junio de 1527 y, por tanto, desconocía el triste legado que me dejó mi progenitor, el “príncipe”.
He leído toda la obra de un autor machacado por una gran parte de mi  familia, casi se diría que aprendí a leer con esos manuscritos de un republicano exilado, que circulaban en la rama que se oponía a la masacre de un supuesto  enemigo, ya antes de la publicación de las mismas.

Aprecio mucho todo lo que ha escrito Maquiavelo, pero, mi obra preferida y, dicen que mi “biblia”, es El Príncipe  
La causa es Florencia, esa Florencia que los Médicis hicieron grande y destruyeron.
Hay grandeza en una parte de la familia, pero también ha habido choques que han derribado cimientos.
Así ocurrió en 1529. Padre había recuperado el poder en Florencia y dejó todo en orden. Otro Médicis, el papa Clemente VII perdió su batalla contra el emperador Carlos V y el saqueo que sufrió Roma impacto en Florencia. Los Médicis, yo, en el caso; la huérfana heredera, fuimos destronados.

No impide que el tío papa me protegió y me buscó buen marido: he sido reina regente de Francia y  pese al peso de mi enfermedad, sigo siéndolo.

Florencia estaba condenada, de la misma manera que lo está la dinastía Valois a la que he dedicado mi vida.
El apellido Médicis proviene de médico; la profesión que ejercía quien nos dio el apellido. Los antepasados de éste eran simples curanderos, por lo que deduzco de la escasa documentación que me ha quedado de los orígenes una familia que no tenía historia.

Más bien creo que mi visión está teñida por Michel de Nôtre-Dame, más conocido como Nostradamus, el otro referente que se me atribuye.
Así, veo a los antepasados sin historia como hábiles curanderos , que, como Françine, nos ven en nuestra perspectiva astral; una energía que escapa a tiempo y espacio.

¿Qué haría yo si no existiera un ángel que me ha enviado a Francine?; la guerra impide la llegada de Nostradamus  y yo estoy muy enferma.
Habría dado toda mi fortuna a una mujer que me está ayudando tanto en ver mis espacios y mis tiempos. Ella tiene sus tarifas, nada más quiere.

No parece que mis antepasados actuaran igual, puesto que el primer Médicis ya era prestamista. El primero que aparece en la historia, “Salvestro di Médici, fue nombrado confaloniero de la República de Florencia en 1378.

Este hombre logró el poder, porque el banco Médicis encabezaba la finanza del continente y trajo poder y capital a la República.
Se atribuyen todos los honores a su nieto Cosme, quien visibilizó el poder de la familia con los títulos de  “Pater Patriae” y de “Gran Mestro”

El poder no unió la familia, puesto que una parte de la misma asesinó al  primer duque de Florencia, Alejandro, en 1537.

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