El 19 de julio de 1896
fue coronado, en Londres, Jorge IV. Pincha para ver fotos: https://www.meisterdrucke.es/impresion-art%C3%ADstica/Francis-Phillip-Stephanoff/146715/La-Coronaci%C3%B3n-de-Su-Majestad-Jorge-IV,-tomada-en-el-momento-del-Reconocimiento,-el-19-de-julio-de-1821.html
Diana Fernández
presenta muy bien a este personaje: “Príncipe de Gales _rey Jorge IV_prícipe,
rey y Dandy”: https://vestuarioescenico.wordpress.com/2013/01/17/principe-de-gales-rey-jorge-iv-principe-rey-y-dandy/
Siendo excelente estudiante, al cumplir los 21
años en 1783, obtuvo una asignación de £60.000 del Parlamento y otra anual de
£50.000 de su padre. Instaló su residencia en Carlton House donde
vivió de manera pródiga y extravagante, lo que hace que la historia, además de
haber recogido su carrera política, haya quedado su modo de vida entre la que
se destacaba sus gustos por el vestir, que lo enmarcaran como un dandy.
Poco después de cumplir los 21 años, Jorge se
enamoró de la católica María Ana Fitzherbert, seis años mayor que él y que
había enviudado dos veces. A pesar de perder el derecho a sucesión por ley al
casarse con una católica y no contar con el consentimiento del rey, la pareja
contrajo matrimonio en Londres en 1785. Legalmente la unión era nula y el
matrimonio permaneció en secreto y la Sra. Fitzherbert prometió no publicar
ningún documento del enlace.
Su forma de vida desordenada hundió al príncipe
de Gales en muchas deudas. Su padre rechazó ayudarlo, forzándolo a abandonar
Carlton House y a vivir en la residencia de la Sra. Fitzherbert. Después de
controversias en el Parlamento por la situación del príncipe, finalmente se le
concede la cantidad de £161.000 para pagar sus deudas, además de £20.000 para
mejoras en su residencia, Carlton House. El rey también acordó aumentar en
£10.000 los ingresos anuales del príncipe de Gales.
Las deudas del príncipe de Gales continuaban
aumentando; su padre rechazó ayudarle a menos que él se casara con el
consentimiento real. La elegida fue su prima, Carolina de
Brunswick-Wolfenbüttel. La unión fue un completo fracaso, separándose
formalmente inmediatamente después de que naciera su hija. El príncipe de Gales
seguiría unido a la Sra. Fitzherbert —a pesar de varios períodos de
distanciamiento— por muchos años, hasta 1811, cuando sus relaciones quedaron
rotas definitivamente.
Para otros, el rey Jorge IV despilfarró el tesoro
nacional en fiestas y ceremonias y en proyectos ambiciosos nada necesarios.
Algunos de sus excesos han convertido en tesoros nacionales, como el Pabellón
de Brighton, con esa decoración propia de la época donde se
mezclaban los estilos chino y árabe.
Una vez fallecido su padre, se celebra la ceremonia de
coronación – en julio de 1821- la cual fue planeada al detalle por el propio
Jorge IV. Sin escatimar gastos, gastó 24.000 libras en su túnica Coronación (de
terciopelo carmesí con estrellas doradas y adornos de armiño); durante la
procesión de la coronación oficial de Westminster Hall, se esparcieron flores a
lo largo de su camino hacia el lugar de la ceremonia. Llevaba un anillo con un
magnífico diamante azul que había comprado con fondos del estado; la corona
estaba adornada con 12.314 diamantes, la cual fue colocada por el arzobispo de
Canterbury con los gritos de fondo de “God Save the King“, mientras
sonaban las trompetas, los tambores golpean y las armas dispararon en señal de
saludo.
El 19 de julio de 1924 ocurrió la masacre de
Napalpy. Javier Sinay lo presenta muy bien: “Napalpí: la masacre de indígenas por la que el
Estado argentino debe rendir cuentas”: https://www.redaccion.com.ar/napalpi-la-masacre-de-indigenas-por-las-que-el-estado-argentino-debe-rendir-cuentas/
En
la mañana del 19 de julio 1924, un número indefinido de indígenas qom y mocoi
(entre 300 y 1.000 personas, o quizás más) fue ultimado en Napalpí, una base de
trabajo maderero (lo que por entonces se conocía como una “reducción aborigen”)
en la provincia de Chaco, a 147 kilómetros de Resistencia. Un avión biplano
Curtiss JN-90 sobrevoló la zona arrojando comida y caramelos, y cuando los
indígenas salieron a recogerlos un centenar de policías y de colonos, apostados
a 300 metros, les dispararon. Se cuenta que además persiguieron a los
sobrevivientes para darles el tiro o el machetazo de gracia. El episodio fue
tan grave como olvidado: durante mucho tiempo la policía y los jueces negaron
la masacre. Pero ahora, 95 años más tarde, la verdad está saliendo a la luz.
Juan Chico, un investigador de historia que sigue el rastro de ese exterminio,
acaba de encontrar a quien parece ser la última sobreviviente: una mujer de
entre 105 y 110 años.
Gracias a l@s 815 que acudisteis a la cita de ayer
Gracias a Iris
Gracias a ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario