lunes, 26 de julio de 2021

Nuestra cita cotidiana

 

El 27 de julio de 1932, en la plaza de toros de Las Ventas , se hizo un mitin multitudinario contra el estatuto catalán.  “Público”, el jueves 27 de julio de 2017, lo cuenta así: ““85 años del "mitin monstruo" celebrado en Las Ventas contra el Estatuto de Catalunya”: https://www.publico.es/politica/memoria-publica/estatuto-autonomia-catalunya-85-anos-mitin-monstruo-celebrado-ventas-estatuto-catalunya.html

 

Este jueves se cumplen 85 años de un hecho que puede recordar a muchos algo que está muy de actualidad: un mitin en la madrileña plaza de toros de Las Ventas en contra del Estatuto de autonomía de Cataluña. El diario ABC calificó de "mitin monstruo" el "acto de afirmación nacional" en su portada del día 28, y en paginas interiores hablaba de un "gran acto españolista y apolítico".

Quizá fuesen el tipo de personas a las que refería el actor y cantautor Ovidi Montllor cuando dijo "Hay gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense en catalán. Es la misma gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense".

 

El 27 de julio de 1976 fue arrestado el ex ministro japonés Kakuei Tanaka

Vikipedia lo explica muy bien: “Escándalo de los sobornos de Lockheed”: https://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_de_los_sobornos_de_Lockheed

 

El escándalo de los sobornos de Lockheed, también conocido simplemente como «escándalo Lockheed», fue una serie de sobornos y contribuciones hechas por ejecutivos de la compañía aeroespacial estadounidense Lockheed desde finales de la década de 1950 hasta la década de 1970 con el fin de influir en el proceso de negociación de la venta de aviones a varios países.1

Cuando gracias a las investigaciones y las confesiones de altos cargos de Lockheed se demostró que la compañía había entregado sobornos millonarios y otras gratificaciones a personalidades de numerosos países, se produjo una tormenta política considerable en Alemania OccidentalItalia, los Países Bajos y Japón. En Estados Unidos, el escándalo casi condujo a la caída de Lockheed, que en ese momento se enfrentaba a graves problemas financieros debido al fracaso comercial del Lockheed L-1011 TriStar.

Tanaka fue arrestado el 27 de julio de 1976 y puesto en libertad en agosto de ese mismo año con una fianza de 200 millones de yenes (690.000 dólares de la época). Fue declarado culpable por un tribunal de Tokio el 12 de octubre de 1983, por la violación de las leyes de control de divisas, pero no por cohecho, un delito que implicaba penas mucho mayores. Aunque fue condenado a cuatro años de cárcel nunca ingresó en prisión y permaneció en libertad hasta su muerte en 1993.1

Para postre, el artículo de Ernesto Valderey “1976: el 'caso Lockheed', investigación en el Aire”: https://www.infolibre.es/noticias/opinion/blogs/foro_milicia_democracia/2017/05/25/1976_caso_lockheed_investigacion_aire_65475_1861.html

 

En febrero de 1976, la prensa de Estados Unidos conmovió a la opinión pública al revelar los primeros resultados de un Comité del Senado sobre presuntos sobornos en la venta de aviones, principalmente militares, de la compañía Lockheed, irregularidades que salpicaban a muchos países, España incluida, con nombres de políticos importantes en muchos casos. Cada nación intentó averiguar cómo le afectaba el artículo del New York Times del día 11, optando la mayoría por investigaciones oficiales que llevaron a una cadena de revelaciones, dimisiones y procesos muy sonados. Así, el príncipe consorte Bernardo de Holanda tuvo que abandonar sus principales cargos oficiales, el ex primer ministro japonés Tanaka fue condenado a cuatro años de cárcel, la clase dirigente italiana quedó muy tocada, afectando incluso al ex presidente Leone, dimitieron los ejecutivos de la propia Lockheed… ¿Y España?

España, recién muerto Franco, iniciaba un proceso incierto de cambio hacia un futuro, que sólo podía ser democrático, con pequeñas zonas de apertura, pero con todo el aparato institucional (y legal) del franquismo casi intacto y poco dispuesto a dicho cambio. Demasiadas incógnitas sobre ritmos, medios y horizontes de su democratización; unas Fuerzas Armadas con funciones políticas, que excedían de las normales en Occidente y al que no convenía molestar; una oposición prohibida y una prensa débil, sujeta a la censura y al secuestro (entonces no existían dos diarios que apostarían claramente por el cambio democrático, El País y Diario 16) y una única televisión que, además, era la del Gobierno.


Gracias a l@s 937 que acudisteis a la cita de ayer
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Gracias a ti

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