viernes, 30 de julio de 2021

Nuestra cita cotidiana

 

El 30 de julio de 1789 inició la expedición Malaspina. Emilio Soler Pascual lo presenta muy bien: “La gran expedicción Malaspina (1789-95)”: https://sge.org/exploraciones-y-expediciones/galeria-de-exploradores/las-expediciones-cientificas/la-gran-expedicion-malaspina-1789-95/

Una mañana soleada del treinta de junio de 1789, Alejandro Malaspina, joven oficial de la Armada española, indica las órdenes pertinentes para que las dos corbetas que componen los navíos de su expedición, la “Descubierta”, a su mando, y la “Atrevida”, comandada por el marino cántabro José de Bustamante, quien también nos dejó un muy interesante diario de aquella expedición, se hagan a la vela. Sopla un favorable viento del noroeste en la bahía gaditana cuando don Alejandro y sus más de doscientos hombres ponen rumbo a las islas Canarias, primera escala en su larga travesía.

Comenzaba de esta manera un proyecto largamente pensado y preparado por el marino nacido en la localidad lunigiana de Mulazo, en el ducado de Parma, allá cuando finalizaba el largo y fructífero reinado en Nápoles del futuro Carlos III de España que, muy pronto, accedería al trono de España. Se cobijaría bajo sus gobiernos ilustrados un período de reformas que, no obstante, tardaría mucho tiempo en trasladarse a las colonias americanas.

Ciencia y política se iban a dar la mano en esta expedición. La nueva marina española, totalmente remozada en su aspecto organizativo merced a los trabajos de Jorge Juan en los astilleros de Cádiz, El Ferrol y Cartagena, tomaba esta aventura colonial como algo propio y decisivo en unos momentos en que el mayor imperio del mundo languidecía merced a la errónea forma de gobernar sus dominios: leyes comerciales restrictivas, diversidad incontable de cargas fiscales, un sistema administrativo complejo y errático y una acumulación de metales preciosos que apenas generaban plusvalía en una metrópoli sumida en el mayor de los atrasos económico y social. Recordemos, al respecto, la cita de Filangieri que indica el profesor Pagden: “Cuando la riqueza no representa más que el fruto de la conquista, y no el sudor del agricultor, del artesano, del comerciante, la riqueza corrompe necesariamente al pueblo, fomenta el ocio y acelera la ruina de la nación”

 

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El 30 de julio de 1977 desapareció en USA Jimmy Hoffa. Eduardo Bravo lo presenta así: “Jimmy Hoffa desapareció hace hoy 45 años: esta es la historia de uno de los grandes misterios de la historia estadounidense del siglo XX”: https://www.revistagq.com/noticias/articulo/jimmy-hoffa-45-anos-desaparicion-que-paso

Desaparecido el 30 de julio de 1975Jimmy Hoffa en 1982 fue declarado oficialmente muerto. El líder sindical mantuvo siempre estrechos vínculos con el crimen organizado. Algunas versiones afirmaron que su cadáver estaba enterrado en el estadio de los Giants de Nueva York. La desaparición de Hoffa es, junto al asesinato de JFK, uno de los grandes misterios de la historia estadounidense del siglo XX.

Jimmy Hoffa comenzaba a impacientarse. Pasaban ya cuarenta minutos de la hora acordada y las personas con las que había quedado a comer en el restaurante Machus Red Fox de Bloomfield Township, Michigan, todavía no habían llegado. Molesto por la impuntualidad, el líder sindical decidió llamar a su esposa desde un teléfono público para compartir con ella su indignación.

 

La cita era de vital importancia para Jimmy Hoffa, que deseaba recuperar la presidencia de la Hermandad Internacional de Camioneros a pesar de estar inhabilitado para ello hasta el año 1980.

De hecho, los comensales que debían haber llegado a las dos de la tarde de ese ese 30 de julio de 1975 no era otros que dos destacados miembros del crimen organizado de Detroit y Nueva York: Anthony Giacalone y Anthony Provenzano.

Ninguno apareció. Uno estaba en el gimnasio, otro jugando a las cartas en Nueva Jersey y no recordaban haber quedado con Hoffa ese día. Al menos eso declararon a la policía cuando comenzaron las investigaciones sobre el paradero de de Hoffa, cuya pista se perdió ese 30 de julio de 1975 pocos minutos después de colgar el teléfono con el que había llamado a su mujer.

 

Gracias a l@s 711 que acudisteis a la cita de ayer

Gracias a Iris

Gracias a ti

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