Esta mañana
he encontrado valiosa información que me ha ayudado a comprender el papel de
Pasionaria en la II República y me apetece meterme en el VI capítulo. Tiene prioridad
la cita cotidiana, porque Beatriz, ayer agotada y mañacada por dolor de
espalada, se ha levantado tan en forma que ha encontrado la manera de educar a
Julen y a mí
Anoche yo
estaba histérico. La familia de acogida tiene un cachorro muy simpático, pese a
los malos tratos que había recibido de unos dueños que lo tiraron a la basura.
Tenía una pierna rota.
Se ha repuesto
es; juguetón.
Tengo que
tener amarrado a Julen; se tira a morder. Nunca ha sido tan dura para mí la convivencia. Aquí
todo es acogida y mi compañero quiere adueñarse. Me pasé el día sujetando para
evitar sus intentos de agresión; estaba aplicando la “Prisión Permanente
revisable.
Tenemos un
jardín y las montañas que nos acunan. Julen y yo estamos más atados que en el
apartamento de 60 m2 de Villaviciosa.
Esta mañana,
Beatriz ha encontrado la solución: un gran cordel que deja mucho espacio a mi
compa. El perro de la casa le acerca sus juguetes; juegan y cuando Julen se
cabrea, el otro se va.
Eso es un
sistema penitenciario acorde con la razón. Estoy convencido que antes de que nos
vayamos Julen podrá recuperar la libertad.
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