sábado, 17 de marzo de 2018

Nuestra cita cotidiana


Esta mañana he encontrado valiosa información que me ha ayudado a comprender el papel de Pasionaria en la II República y me apetece meterme en el VI capítulo. Tiene prioridad la cita cotidiana, porque Beatriz, ayer agotada y mañacada por dolor de espalada, se ha levantado tan en forma que ha encontrado la manera de educar a Julen y a mí
Anoche yo estaba histérico. La familia de acogida tiene un cachorro muy simpático, pese a los malos tratos que había recibido de unos dueños que lo tiraron a la basura. Tenía una pierna rota.
Se ha repuesto es; juguetón.
Tengo que tener amarrado a Julen; se tira a morder. Nunca  ha sido tan dura para mí la convivencia. Aquí todo es acogida y mi compañero quiere adueñarse. Me pasé el día sujetando para evitar sus intentos de agresión; estaba aplicando la “Prisión Permanente revisable.
Tenemos un jardín y las montañas que nos acunan. Julen y yo estamos más atados que en el apartamento de 60 m2 de Villaviciosa.
Esta mañana, Beatriz ha encontrado la solución: un gran cordel que deja mucho espacio a mi compa. El perro de la casa le acerca sus juguetes; juegan y cuando Julen se cabrea, el otro se va.
Eso es un sistema penitenciario acorde con la razón. Estoy convencido que antes de que nos vayamos Julen podrá recuperar la libertad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

El abuelo Leopoldo: Hablando en Cobre

 El abuelo Leopoldo – ¿Por qué has llegado tarde? Me preguntó, cariñosamente, mi abuelo materno. –He estado jugando con mi amigo Bertín. Nos...