jueves, 22 de marzo de 2018

Pasionaria X


Esta España Nuestra IV
Los mismos día y lugar
Beatriz, Julen y yo hemos  llegado a la entrada del andén del Ave que tenía que conducirme a Gijón a las 14:39. La salida se ha efectuado a las 14:45. Lo hemos visto desde la barrera que nos impedía el paso al andén. Los empleados nos impiden entrar, aunque hubiéramos tenido tiempo de que yo embarcara sin retrasar la salida.
Beatriz se ha cogido un cabreo de armas tomar.
—Hay que denunciar
— ¿Con qué pruebas?
—Tiene que haber cámaras que hayan gravado nuestro paso por el control de equipajes y nuestra llegada a la barrera que nos impedía el paso al control de billetes.
—Esas cosas las usan para controlarnos; necesitaríamos mucha pasta para conseguirlos; ya sabes, abogados y procuradores. Saben que no podemos pagarlos.
Beatriz y yo reaccionamos de formas diferentes frente a la adversidad. Sí, es muy fuerte que los empleados que han revisado el equipaje no me echaran una mano y que los de los billetes lo presenciaran impasibles y que cerraran la barrera un minuto antes del cierre que anuncia la empresa. Están oprimidos por los poderosos, pero se ponen en su bando para hacernos pagar la rabia que sienten por los recortes.
Han aceptado la devolución del billete para cambiarlo por uno para mañana. Solamente queda una plaza en turista. Tengo que pagar el suplemento y pagar el billete de Julen, porque el que éste tenía en preferente es de coste 0 y en turista se paga.
Lo bueno de Beatriz es que estalla y luego se calma.
— ¿Y si termináramos la conversación que habíamos iniciado con Salvadora y  Joan?
Dicho y hecho. La primera no estaba disponible y el último ha aceptado la invitación con regocijo.
—Tenía que pasar. Lo sabía. Los tres queríamos continuar hablando de la soledad de Pasionaria.
El muy ladino estaba tan seguro de que perdería el tren y de que le íbamos a invitar, que tenía preparado su discurso.
—Dolores pensaba que era necesario empezar por desactivar el feudalismo. Para ello se necesitaba una fuerza de izquierdas que  impusiera los logros obtenidos por las luchas de obreros y mineros y lideradas por el Partido Socialista y su sindicato (UGT), el sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de tendencia anarcosindicalista y ,desde su fundación (1920) el Partido Comunista.
—El último surgió de las Juventudes Socialistas que desaprobaban el pactismo y el reformismo del partido. Dolores estaba en este grupo.
Joan siquiera se inmuta con mi intervención. Tiene la réplica.
—Pues claro; la izquierda tenía que hacer valer sus conquistas y el partido no lo hacía. No se podía traicionar los sudores y sangre que habían promovido o renunciar a la fuerza que se tenía, en negociaciones para extirpar el feudalismo. Por esa razón el Partido Comunista no participó en el Pacto de San Sebastián que perfiló una República que mezcló intereses tan divergentes.
—Pero hubo avances ­Insinúo.
Beatriz vuelve a dejar desatar sus nervios.
—Así estamos
—En efecto—Responde Joan—La izquierda se desgajó  aquí y en la triunfante Revolución Rusa. Allí las luchas entre bolcheviques y mencheviques derivaron en el trotskismo, y en los seguidores de Bakunin que conocemos  como movimiento anarquista.
—Estás metiendo mucho y muy gordo. Requería mucho más tiempo del que disponemos—Me escucho decir.
—No es mi intención entrar en esos temas. La cuestión es que el proyecto del joven partido comunista sufrió el impacto; se quedó solo, frente a un Partido Socialista recalcitrante y una CNT que optó por Bakunin y por Trotsky, ambos merecen consideración. Para nuestro debate sobre Pasionaria, lo que cuenta es que se encontraba  con un partido minoritario y localizado, prácticamente, en Asturias y Vizcaya. Tenían capacidad y práctica de movilización, pero les faltaba la de visibilizar sus logros.
—También ha habido cizaña en su partido —Tercio.
—Queda mostrado en la alusión a la vieja puta que pones en boca de Carrillo, con referencia de Dolores, añado algunas de las escisiones que se produjeron por influencia del exterior: Partido Comunista Marxista Leninista (1964), que se identificaba con la Revolución Maoísta y el Partido Comunista Obrero Español (1973), fundado por Lister, hasta entonces una joya del PCE, pero que reaccionó contra el partido de Santiago Carillo. Este mismo se pasó, al final de su vida política, al PSOE.
—Dejas clara la soledad de Dolores Ibárruri. Pero quizá se le pueda reprochar su devoción a la URSS, hasta el punto que se la mezcla en el asesinato de Trotski, o al menos tenemos constancia de sus buenas relaciones con Ramón  Mercader, ejecutor del mismo y  bien recompensado  en Moscú. Tampoco se afanó mucho en denunciar la invasión de Checoslovaquia que paró en seco  la primavera de Praga o para…
—Se pueden hacer muchos reproches a Pasionaria y considero que todo proviene de su soledad, una soledad provocada por impactos imprevistos. Cierto que debemos prever; ya ves, así has perdido tu el tren…
Me siento vapuleado por golpes bajos. No reviento como ha hecho Beatriz. Sí acuso:
—Tú nos has retenido en un desayuno que has eternizado.
— ¿Os he encerrado con barreras?
—No
—Habéis asumido el riesgo porque la conversación no había concluido. Supongo que ahora reconocéis que valía la pena el trance.
Irrespirable silencio que me he sentido obligado a romper.
—En parte si, queda claro lo de la soledad. Perdemos batallas porque no encontramos aliados para vencer a un poder cada vez más poderoso mientras nosotr@s nos debilitamos en rencillas que no sabemos resolver.  He perdido el tren porque otros oprimidos como yo me han castigado. Tú dices que porque teníamos que continuar la conversación. ¿Qué haces de la planificación? Pasionaria tenía que haber previsto.
—Somos nosotr@s quienes tenemos que aprender de su experiencia; ella abrió brecha y se dio a fondo. Ahora me perdonaréis; ha llegado la hora de recogerme.
Así nos deja Joan.
— ¡Que morro!
Es Beatriz. Percibo que no lo siente así. Hemos avanzado. Ya no hay tantas soledades entre nosotr@s.

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