Pasionaria IX

Esta España nuestra III

Mismo lugar. 22 de marzo, 8:49

Hoy Salvadora ha tenido el detalle de abrir más pronto El Refugio de Poeta. Hoy regreso a mi tierra de adopción y ella quería acompañarnos y mimarnos en el desayuno. Beatriz, Joan y yo necesitábamos continuar la conversación sobre la soledad de Pasionaria, y, claro, de la nuestra. La anfitriona, mientras trajinaba ayer, se había quedado con el tema y estaba ansiosa por intervenir antes de que llegaran clientes.

—L@s hiperactiv@s, en este caso l@s cuatro, luchamos desesperadamente por salir de nuestra soledad…

—No es mi caso—Beatriz parece convencida— Soy feliz desde que me retiré a mi chabola perdida.

— ¡Ya! Por eso nos has acogido y mimado a Julen y a mí durante esta semana y mantienes una actividad que da vértigo.

Tenemos poco tiempo para escuchar a Salvadora.

—Entiendo que la que sentimos es otra cosa; es la impotencia para encontrar nuestro papel en esta vida. El Rincón del poeta es lo que quería hacer y hago, pero, como en el caso de Joan, reconozco que he conseguido resultados, pero no me basta; estoy sola en lo que me falta.

—L@s cuatro estamos aquí porque nos “atraemos”. Solamente nos desprendemos de nuestras soledades si logramos que éstas converjan en objetivos comunes. Coincidimos en la necesidad de comprender la soledad de Pasionaria, porque, como indicaba ayer, tendríamos República si Dolores hubiera logrado que alguienes compartieran ésta. Tenía escucha, pero faltó la que hubiera evitado el precipicio en que caímos, Pasionaria siempre defendió el procedimiento por fases.

— ¿Qué fases? El primer gobierno de la República nunca se hubiera adentrado en las reformas urgentes que nos libraran del caciquismo, de los latifundios, de los abusos de los poderes financieros…. —Beatriz es interrumpida, amablemente por Joan.

—La España de la época estaba terriblemente fraccionada. De hecho la República se había proclamado por el triunfo, en escaños, que no en votos de los republicanos, en las elecciones municipales del 12 de abril. Las grandes ciudades y las regiones industrializadas y mineras votaron republicano, pero la mayoría de los votos, prisioneros en el feudalismo, optaron por la monarquía.

—Además, esos republicanos estaban muy marcados, por  el Pacto de San Sebastián, agosto de 1930, una amalgama de ex monárquicos defraudados, de progresista, de otros intereses, de partidos regionalistas, de socialistas, de anarquistas…—El Partido Comunista no participó…

Beatriz no me ha dejado terminar.

—Debemos irnos. Tienes que hacer la maleta y hay que hacer, al menos tres etapas, para enfriar el motor en el trayecto hasta Alicante.

Es verdad. Me quedo un rato para obtener la información que necesito para relatar la conversación cuando este instalado en Villaviciosa.