Aclaraciones al capítulo de Iris.
Es cierto
que me sentí decepcionado. La razón era que había pedido a Iris que enviara la
documentación del molino que tengo en venta a otra persona. Argumentaba mi
petición: tengo el buzón lleno, me falta tiempo para seleccionar lo que puedo
borrar y no puedo, hasta que haga la limpieza, enviar adjuntos.
Mi petición
no tuvo respuesta. Envié un mensaje en que preguntaba la razón.
La respuesta
fue “¿Por qué?. No conozco a esa persona”. Respondí ´reiterando la razón de mi petición y añadía que mi
intención no era empujar a que alguien hiciera algo que no quería hacer.
Preguntaba si le venía bien que telefonera a los once y aclaraba que no quería
tratar del tema. La llamada tenía por objeto consultar si le iba bien el
billete que le había reservado; las reservas se mantienen veinticuatro horas.
Cierto que
en mí había malestar, pero desde luego, no es cierto que intercambíaramos
insultos o descalificaciones, como ella pretende, en el original, que me he
permitido matizar, y he tenido que poner en el blog sin su consentimiento. He
esperado un buen rato para obtener una respuesta que no me ha llegado.
En la
conversación se aclaró que ella no había recibido el primer mail en el que indicaba
la dirección a la que se solicitaba enviar la información y también que la
respuesta que yo había interpretado de otra manera se refería al hecho que no
conocía la dirección.
También es
cierto que antes de que habláramos indiqué mi malestar por recibir la información cuando
ya había explicado el problema de mi buzón. De hecho, Telefónica me comunicó,
nada más recibir los adjuntos, que mi buzón estaba a punto de rebosar y reenvié
el aviso a Iris.
En la
conversación me explicó que no había recibido esos mensajes. Pelillos a la mar.
No es cierto
que le afeara comentarios que alguien hace de ella. Comenté que los ignoraba,
porque me parece de mal gusto dirigirse a mí cuando los comentarios se dirigen
a ella. Por otra parte, insistí que no me parecían comentarios irrespetuosos.
Lo de “Selecciones”,
fue un simple comentario. No me molestó, simplemente me sorprendió. Incluso
ella sugirió quitarlo. No me pareció buena idea. Defiendo la espontaneidad.
Por supuesto
que no debemos ser sectarios. Tenemos
que conocer otras perspectivas. Es bueno para poner a prueba las nuestras y
para desmontarlas, en caso de necesidad.
Para mí, el
asunto estaba resuelto. Parece que no es así para Iris. No quiero entrar en el
tema. Iris es libre de hacerlo. Es más, es deseable para la trama. Yo, mañana
pondré el texto que tenía preparado. No es huída, no, es el proceso de mi
catarsis: no soy ángel o demonio.
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