lunes, 11 de junio de 2018

Caminito II continuación otro capítulo




 La locura


Misma fecha y lugar

Isabel Carlota ha encontrado un discípulo memo en Pedro  Invaden  mi espacio con Historia de la Locura, de Michael Faucault.

Iris está en su cuarto y Raquel en el mío.
Me entra la neura. Tengo que salir. Mis intentos de minimizar las molestias que pueda causar al recoger paquete de cigarrillos, mechero, móvil y chubasquero caen en saco roto. Ambos están tan ensimismados que pasan de mis movidas.
Me llevo a Julen; siempre está dispuesto a dar un paseo.
El tiempo está loco. 19 grados, sol, amenaza de lluvia, rayos y truenos… Nos ha tocado de todo. Hemos aguantado en la terraza de la Zapica hasta que la granizada nos ha hecho abandonar el refugio. Son dos pasos para regresar a casa ¿A casa? No me han dejado sitio y lo necesito. Me ahogo allí dentro, pero Julen tiene miedo de rayos, relámpagos y truenos…
¿Qué me está pasando? Encuentro todo igual cuando regreso. Bueno, Pedro parece más enamorado de una Isabel Carlota que triunfa con la locura de  Carlos VI.
­Había costumbre en ciertas cortes del siglo XIV de abrir puertas a “loc@s” seleccionad@s en sus territorios. Carlos VI llegó a un refinamiento de este procedimiento; creó redes para captar a sus loc@s de corte a una edad en que pudieran ser tallados para el destino que el soberano había trazado.
Pedro está en su gloria y pregunta para mostrarse como alumno aventajado:
­¿Cómo era la selección?
­Demasiado científica para la época: intervenían médicos, teólogos, pedágogos, estadistas…
­¿Por qué tanto?
Pese a su empeño seducid-seductor, Pedro no ha perdido su costumbre de interrumpir. La dama hace del vicio de él su gozo:
­Era un asunto de Estado. “Los locos dicen la verdad”, decía la teología y añadía la misma que los humanos no la aceptan porque no están tan cerca de Dios.
No sabía que Isabel Carlota tuviera la licenciatura de Filosofía. En todo caso, Pedro, parece haber salido “enterao”, y con ganas, de una clase magistral en proceso.

No es que desprecie el tema, una buena secuencia a Frankeinstein, pero Raquel había sacado otro tema más íntimo y responsable. Ella, como Iris, han encontrado su espacio; yo no, y estos ponen encima de la mesa el asunto de la locura. ¿Qué es la locura?

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