domingo, 28 de octubre de 2018

Nuestra cita cotidiana




 Ayer sufrimos un bajón de temperatura de 20 grados y tuvimos que quitar la calefa por una inquietante subida de la presión en la caldera. Aguantamos…
Eso de estar felizmente casado con una ingeniera tiene sus ventajas  
Bueno… veremos si lo consigue antes de que  venga el técnico.

Me toca amasar.
Carlos III el inesperado vino a mi mente porque  tiene fama de haber sido un buen déspota ilustrado; no soy tan negativo, en este caso y en el del reinado de su hermanastro, Fernando VI, como lo es Jaume Brau en “Los  Borbones, una saga llena de viciosos  y tarados. Va por ti Valtonyc”: https://blogs.publico.es/el-azar-y-la-necesidad/2018/02/22/los-borbones-una-saga-llena-de-viciosos-y-tarados-va-por-ti-valtonyc/



Comparto muchas de las afirmaciones del artículo, que te aconsejo leer.
No se puede ignorar las buenas prácticas de ministros como Ensenada o Esquilache,  por ejemplo.
Ambos  cayeron  por la inercia de “esta España nuestra”, en ambos casos  por lo que quedaba de la Casa de Contratación de Sevilla y por el consulado de Cádiz, apoyados por los “Grandes de España”, dueños de los latifundios próximos al puerto que mantenía el monopolio de comercio con el “Nuevo Mundo”.
Las víctimas pretendían abrir la veda al resto de puertos.
No eran “patriotas”.
Carlos III consiguió abrir esa veda y ambos monarcas disminuyeron la deuda pública, aumentaron el negocio, quitaron hambre.

Claro que estuvieron muy marcados por las taras de los Borbones, pero, si queremos votos, tenemos que ser capaces de convencer y no pienso que el insulto sea la mejor manera de conseguirlo. 

 

Por esa razón necesitaba escribir la novela.
Gracias a l@s 411 que acudisteis a la cita de ayer: https://carlos-ortizdezarate.blogspot.com/
Gracias a Iris
Gracias a ti

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