domingo, 14 de octubre de 2018

CARLOS III: EL INESPERADO Jorge Juan




Jorge Juan

En efecto, Doña Bárbara había insistido especialmente hasta lograr la caída y alejamiento de la corte del   “todo poderoso” marqués, el verano pasado, pero su red de espionaje tenía en ascuas a Sus Majestades.

La niña sabía, lucía preciosas trenzas acunadas por una mirada.

Estaba descubriendo la mujer.

—Tenemos una misión.

Me recordó la seductora y aclaró:

—También tienes relaciones con Jorge Juan.

—En efecto fui yo quien hizo justicia con este hombre, olvidado, injustamente, desde la muerte de Felipe V. De hecho, Sus Majestades de las Dos Sicilias han sido ingratas con alguien que jugó papel tan importante en la conquista de este reino.

—Él ha sido la causa de la caída en desgracia de Ensenada.

La respondona me desagradó. Mi voz debió, sin duda, delatarme.

—Jorge Juan fue enviado a Londres en un papel de espía, actividad en la que había mostrado alta eficacia; a sus 21 años se le encomendó la misión de espiar a los científicos franceses que Felipe V permitió viajar a Quito  para medir la longitud del arco del Meridiano  bajo el ecuador. Él aprendió mucho en aquellos 8 años que pasó en América y Su Majestad Católica recibió honesta y sabia información, muy útil para la estrategia del soberano.

—¿Incluidas su denuncia del abuso del poder que Su Majestad delegaba en el Nuevo Mundo  y de la sangría económica que esto suponía?

—Él sabía que la Iglesia y Sus Majestades Católicas despreciaban a Bartolomé de Las Casas, desde Isabel “la católica”.

—Claro, y que Copérnico fue muy mal digerido por los poderosos.

Esta moza sabía más de lo que le habían enseñado.

No estoy seguro si lo hice por lucirme o para ponerla a prueba, pero lo dije:

—Los descubrimientos de Jorge Juan dieron un giro al Tratado de Tordesillas…

—Y dieron “guerra”

Concluyó la lozana y tras breve pausa añadió:

—Fue el más útil instrumento del marqués para construir esa red de espionaje que nos oprime y los papeles que le encontró la policía inglesa estuvieron a punto de meternos en guerra con los ingleses…

—Eran los que quería que les llegasen; se trataba de hacer creer a los ingleses que España estaba preparada para responder a cualquier intento bélico. Este gran hombre es pacifista. Además supo salvar la documentación de las defensas del enemigo, traerse a España  a los mejores artífices de la supremacía y salvar su vida.


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